jueves, 19 de mayo de 2022

LA VISITA (Relato Erotico)

Y Dani vino.... mordió mi cuello mientras tiraba sutilmente de mi pelo, cosa que hacía que mi cabeza se fuese hacia atrás. Notaba su polla bien dura mientras me mordía. Casi instintivo, mi mano se fue hacia atrás, acariciando su enorme miembro y notando como cada vez se endurecía más y más.

Dani era dominante, le gustaba verme sometida a su voluntad y a mi esa idea me excitaba, el lo sabía.
Posó una de sus manos delante, buscando mi clítoris y notando mi humedad.

Me susurro al oído: - Que mojadita esta mi putita. 
Ese comentario hizo que se me erizara la piel a la vez que movía suavemente mi clítoris.

Aún agarrando mi pelo me llevo hacia una habitación, donde había una cama llena de correas, fusta, látigos, toda una sex dangeon del placer. Me tumbó violentamente, besándome y pellizcando fuerte mis pezones hasta que se me escapó un leve gemido.

A la altura de mi boca tenía su enorme miembro, me moría de ganas de chupársela, quería sentir sus gemidos, su respiración.
Una mirada fue suficiente: -Abre la boca. Dijo firmemente, y yo, obedecí.
Era tan grande y dura que apenas cabía en mi boca. Sin más, empecé a comerle los huevos y subí de un lengüetazo hasta la punta de su polla. Algo que a Dani le excito muchísimo. Veía su cara de placer al introducírmela en la boca mientras yo salivaba cada vez más encima de su miembro. 

Cogió mi cabeza y la introdujo hasta el fondo de mi garganta, no sentí dolor, tampoco arcadas. Sentía mi cuerpo arder junto al suyo. 
Todo en el me volvía completamente loca y someterme a su voluntad me excitaba cada vez más y más. Con una mirada me indicó la cama y junto a ellas las correas que atarían mis manos esa noche. 
Dani las ató, fuertemente, asegurándose de que no habría manera de escapar de allí. Abrí mis rodillas, subiendo bien mi posición de caderas. Quería que me penetrase ya, quería fundirme junto a aquella cama por el mismo fuego que había encendido. 
Pero antes de ello y para mi sorpresa, Dani cogió mis nalgas, las apretaba fuertemente abriéndolas y separándolas. Un buen azote hizo que mi cuerpo se estremeciera, era tan placentero verme sometida a él. 
Empezó a jugar con sus dedos, metió dos, luego tres. Dejándole los dedos húmedos y mojados, mientras yo no podía parar de gemir. 
Tanta excitación no era buena, si no paraba, dentro de poco llegaría el primer orgasmo.

Casi involuntariamente empecé a acompañar el ritmo, haciendo que cada penetración fuese más fuerte y más dolorosa. Otro azote, está vez más fuerte, hizo que mi cabeza fuese hacia atrás acompañada de un gran gemido. 
Estaba tan mojada y tan excitada que sentía llegar el siguiente orgasmo. Siendo multiorgasmica, Dani sabía que los siguientes orgasmos serían más fuertes y más duraderos. 
Por un momento quise mantener la cordura en mi mente, pero me fue imposible cuando Dani la sacó entera y volvió a penetrarme profundamente, lo hizo varias veces, y por cada una de ellas sentía más y más placer.

 -¡Dani follame joder! Dije a punto de explotar.

Lo que le llevó a una penetración fuerte y rápida. Ya estaba aquí, ya venía, mis piernas empezaron a temblar, noté como una gota caía entre mis muslos, era caliente.

Dani me tenía tan excitada que un pequeño squirt salió de mí, dando paso a un orgasmo intenso, enorme, ahora si que deseaba montarle más que nunca.

 -¡Desátame! Le dije con voz autoritaria. Dani bajó el ritmo y se tomó apenas unos segundos en desatarme. 

Me lancé a él cual fiera en época de celo. Deseaba hacerlo mío, controlar yo su placer hasta que llegase al orgasmo. 
Dani Entendió el mensaje rápidamente, no sin antes robarle un beso y morder su labio inferior, indicativo de que estaba preparada. Como si de una coreografía se tratase, ambos adquirimos la posición deseada, por fin estaba encima de él. 
Notaba su miembro buscando un agujero por donde entrar, solo que esta vez dejé que nos encontrásemos solos. 
Entre besos y mordiscos la noté, estaba justo donde debía estar, deslice mis caderas hacia abajo, haciendo que toda ella entrase en mí, los dos gemimos a la vez. 

Dejé que su miembro entrase entero, dándonos un placer inigualable. Erguí un poco mi postura para tener movimiento a través de mis piernas y empezamos el baile.

Notaba a la perfección el placer que me daba con cada movimiento, la penetración era intenta y fuerte.
Cerré los ojos para poder agudizar más mis sentidos. Dani no quiso caer en una sumisión completa, posó sus manos en mis caderas, acompañando el ritmo que cada vez era más intenso y agitado.
Se detuvo un momento para morder suavemente mis pezones, tal hecho hizo que saliera aún más la pantera que tenía dentro.
Observé su cara, su respiración, mientras una de mis manos se dirigía hacia su cuello, apretándolo sutilmente.

 - ¡Me voy a correr! Dijo Dani entre gemidos y agitación. Por fin conseguía aquello que estaba esperando. 

Y al parecer ambos llegaríamos a ese orgasmo tan deseado, con la diferencia de que yo quería que terminase en mi boca. Apoyé mis manos en su abdomen, apreté los músculos vaginales y me dejé llevar por el placer. 
Mis pechos cada vez botaban más y yo estaba a punto de sentir otro orgasmo de alta intensidad. Se podría decir que estábamos "follando como locos", solo queríamos placer y más placer. 

Los temblores de mis piernas anunciaron la llegada del tercer orgasmo, justo en su miembro, como yo quise. Era tan intenso que mordí uno de mis labios haciéndome sangre sin darme cuenta.

Dani me echó a un lado bruscamente, buscando mi boca.
 - ¡Ooh joder, si! Susurró Dani a punto de explotar.
Abrí mi boca y pasé mi lengua juguetona por la puntita, le mire a los ojos como quien espera un premio y, al fin, entre sudores, gemidos y fluidos, descargó en mi boca toda su esencia.

Sin dudarlo ni un segundo la trague, cogí una de sus manos que todavía contenía su corrida y la limpie con mi boca, lo mismo pasó con su miembro. 
Estaba tan calentita y rica, que desperdiciar tan sólo una gota tenía que ser una ofensa hacia los dioses del sexo.